Actualmente compagino mi actividad en mi consulta privada con la colaboración en otros centros, atendiendo a personas adultas, parejas y grupos.

Baso mi práctica clínica en el hecho de que no hay dos personas iguales, cada una debe su conflictiva a su propia especificidad como individuo e idiosincrasia, en función de cómo ha sido su vida personal y biografía. 

Mi interés es conocer a la persona que tengo delante, entender su motivo de consulta, que es lo que la hace sufrir y porqué, y en función de ello, plantear un abordaje terapéutico concreto y específico para ella.

El objetivo último de una psicoterapia eficaz es, en gran medida, paliar el sufrimiento emocional de la persona que acude a la consulta, al tiempo que ésta profundiza en el conocimiento que adquiere sobre sí misma y logra aceptarse en su mismidad.

De esta forma, al cabo del proceso terapéutico mi intención es que la persona obtenga un conocimiento sobre sí misma más profundo, que le permita seguir avanzando en su vida de un modo más coherente con su forma de ser y, por ende, proporcionándole un mayor bienestar.

Y para lograrlo: “juntos pondremos en valor a la persona que eres y aquello que te ha llevado a ser en el presente, para poder decirle adiós a lo que ya no te sirve, y dar entrada a nuevas formas de ser y estar con los demás, transformando así tu interioridad.”